Es muy frecuente que exista cierta
confusión en qué es una terapia, y por ende, acudir a una, esto tiene que ver
en parte por la formación profesional del que oferta una terapia, y el público
no tiene la obligación de conocer que existen diversos tipos, es decir, si yo
decido ir con un contador para que me ayude con mis cuentas y declaraciones,
confío en que con quien voy manejará ciertos conocimientos que usará para resolver
mi situación, lo mismo si voy con un arquitecto, un médico especialista, etc.,
asumimos que con quien acudimos tiene los mismos conocimientos y bases que todos
los de su ramo, y básicamente, la diferencia radicará en costos del servicio y
la empatía con el profesionista que elijamos. En psicología en teoría debería
de ser así, pero nos encontramos con que hay diferentes corrientes en psicología y
entonces se manejan distintas “terapias” y habrá muchas otras que ni siquiera tienen
nada que ver con la psicología real y científica.
Tal vez la principal
confusión radica en el término terapia, viene el griego therapeia, que significa tratamiento o curación, y para la medicina,
tratamiento de una enfermedad, en donde tiene un uso muy claro y sustentado,
como quimioterapia= tratamiento por medio de productos químicos, radioterapia=
tratamiento por medio de radiaciones, fototerapia= tratamiento por medio de la
luz, o psicoterapia= tratamiento de las enfermedades del alma (que así se les
llamaba y entendiendo a la psique como alma, aunque actualmente se le ubica
como comportamiento y pensamiento), en las primeras, quimio, foto, radio, es
muy fácil entender su relación, dado que son cuestiones físicas donde no hay
mucha confusión, pero en psicoterapia, por el propio término “psique”, empieza
a volverse confuso el qué es, para algunos será literalmente el alma, otros
sólo el pensamiento y otros el comportamiento que se puede observar, lo que da
cabida a que se ocupe psicoterapia en varios sentidos, además que al término
terapia, se le agregue simplemente lo que sea con el argumento que “ayuda”,
equinoterapia= de caballos, aromaterapia= por olores, etc., y no quiere decir
que no sirvan, pero sólo en el grado de hacer sentir bien sin ser un método
sometido a la comprobación por medio de evidencia, la ayuda se concreta a eso,
a en algunos casos sentirse muy bien, pero no como un tratamiento comprobado de
su efectividad, y es aquí donde comienza la discusión.
“En psicología en teoría debería de ser así, pero nos encontramos con que hay diferentes corrientes en psicología y entonces se manejan distintas “terapias” y habrá muchas otras que ni siquiera tienen nada que ver con la psicología real y científica”
Existen muchas terapias que se ofertan como
efectivas (básicamente de lo que se quiera anteponiendo una etimología), y lo son pero en un sentido muy básico, pueden ser excelentes
placebos para sentirse bien; sin embargo, es muy fácil confundirlas como
aportes psicológicos o como basadas en psicología por la misma diversidad teórica
de la psicología, sin que esta diversidad implique una falta de ciencia, salvo
ciertas teorías, pero incluso en sus inicios y otras corrientes recientes que
carecen de fundamento y se atribuyen ser científicas; pero el usuario común
desconoce esta parte, lo que complica las cosas al creer que recibe atención
psicológica, o una terapia supuestamente basada en psicología que está muy lejos de serlo.
El daño a la psicología
seria y científica es enorme, pero mucho más grande aún es para quien va a una
pseudoterapia, que generalmente al principio parecía funcionar, pero poco a
poco las cosas fueron quedando igual o incluso empeorando, el problema es que
confiar de nuevo en una terapia profesional (tomando la confianza como elemento
principal de una psicoterapia), será muy complicado, y el más afectado
será la persona que ya no buscará la ayuda profesional, porque su primera
experiencia de que lo que pensó, era una terapia psicológica real, fue
charlatanería.
“…el usuario común desconoce esta parte, lo que complica las cosas al creer que recibe atención psicológica, o una terapia supuestamente basada en psicología que está muy lejos de serlo”
La psicoterapia profesional
consta de mucha seriedad, sin ánimo de menospreciar teorías, la psicoterapia que
cuenta con mayor evidencia sobre la efectividad de sus tratamientos es la
cognitivo-conductual, psicoterapias basadas en psicoanálisis o un corte humanista
también son efectivas, pero carecen de los medios por sus propias características,
para reunir evidencia que se pueda comprobar usando una metodología científica,
sin embargo, todas estas corrientes básicamente conservan una estructura muy
similar en la psicoterapia, como por ejemplo: una primera sesión para recabar
información; presentar un encuadre en donde se presenten las características de
la terapia y se generen acuerdos de trabajo con el paciente; desarrollo con
temas específicos; canalización o trabajo conjunto con otros especialistas, por
ejemplo, psiquiatra en caso de que el problema no sea sólo emocional; y uso de
técnicas particulares que ayudarán al usuario a resolver su situación
problemática.
La psicoterapia, como buen
remedio o medicina, generalmente no es agradable en varias ocasiones, ningún
remedio que funcione lo es, ya que la psicoterapia nos lleva a enfrentarnos a
nuestra realidad, claro, es todo un proceso y que siempre se hace de la mano del
psicólogo, remarco la importancia del profesionista en psicología, ya que
muchos “terapeutas” no son psicólogos, y aunque tengan cierta preparación, no
conocen los fundamentos teóricos necesarios para abordar problemáticas de
manera adecuada, lo cual es riesgoso y en el menor de los males, sólo
ineficiente.
“…la psicoterapia nos lleva a enfrentarnos a nuestra realidad, claro, es todo un proceso y que siempre se hace de la mano del psicólogo”
La psicoterapia es una gran
opción cuando la persona se da cuenta que no puede seguir igual ante una
situación que no cambia y no es agradable, para aprender a llevar situaciones
cotidianas o laborales que nos afectan y evitar que siga sucediendo, para salir
de una zona que se ha tenido que volver cómoda pero que nunca lo es, sólo que
se tiene la falsa creencia que más allá de eso las cosas serán peores; con la ayuda de un
profesional se puede salir adelante y las cosas serán mucho mejores, lo importante es decidirse, acompañado de un profesional para llevar esa gran proceso de cambio.
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