jueves, 15 de noviembre de 2018

¿Existe la media naranja?


El ciclo de vida de todo organismo es: nacer, crecer, reproducirse y morir, para garantizar la sobrevivencia de la especie; los humanos estamos incluidos en este ciclo, sin embargo, gracias a nuestro diseño cerebral, particularmente la corteza, tenemos la capacidad para, no únicamente llevarlo de esta manera mecánica, sino que en el camino nos vamos relacionando de muchas formas más, no sólo elegimos la pareja con las mejores características reproductivas en el aspecto biológico (por ejemplo: caderas anchas, estatura, salud física, complexión), sino que para bien o para mal, podemos elegir entre otra gama de cualidades que nos interesen, que incluso parecieran en ocasiones muy alejadas de la intención puramente reproductiva.

"Existe la idea muy común de encontrar una “media naranja”, alguien que nos va a complementar y va a ajustar perfectamente con nuestras ideas, gustos y comportamientos; la idea de alguien que nos va a entender, comprender y seguir incondicionalmente"

Cultural y socialmente, la elección de pareja obedece ya no únicamente a este componente biológico, sino a los estándares que la misma cultura o sociedad marca, lo cual, empieza a complicar la elección de pareja; cierta anatomía, color de piel, estatus socioeconómico, profesión, forma de hablar, habilidades, religión, signo zodiacal, apellido etcétera, un mundo de características “ideales” según el contexto, y a las que invariablemente estaremos sujetos, dado que crecemos dentro de estos ambientes; pero el problema mayor reside cuando ya una vez cumplido el punto sociocultural, elegimos pareja y entablamos una relación (todo esto independientemente de la orientación sexual, ya que el proceso es el mismo), igualmente intervienen procesos biológicos y químicos, nos atrae determinado olor, los neurotransmisores hacen su trabajo (sustancias químicas responsables del estado de ánimo durante el enamoramiento) y nos sentimos muy bien, cambiamos hábitos, toleramos otros, en fin, varias modificaciones de pensamiento y comportamiento importantes; hasta este punto todo muy bien, ese es el ideal sociocultural, ¿pero qué sucede cuando las cosas no salen con esta dinámica? o ¿qué pasa cuando nos sentimos incómodos con la relación que tenemos que resultó no ser lo que esperábamos?

"...lamentablemente, esta idea de la pareja que me va a complementar, se entiende como literalmente otro “yo”, que entonces debe de saber cómo me siento, cómo pienso, qué quiero…" 

Existe la idea muy común de encontrar una “media naranja”, alguien que nos va a complementar y va a ajustar perfectamente con nuestras ideas, gustos y comportamientos; la idea de alguien que nos va a entender, comprender y seguir incondicionalmente, esa idea, es generalmente la que se tiene aprendida y conceptualizada de cómo debe ser la pareja ideal, pero también es una idea exagerada de la realidad, lo que nos lleva a también fracasar en relaciones que al principio parecían cumplir esos requisitos, pero ¿por qué falla si es alguien que me va a complementar a ese nivel? Porque en realidad no vamos a encontrar a alguien con esas características tan maravillosas (en el sentido idealizado), recordemos que también se trata de una persona que, al igual que nosotros, seguirá en construcción, busca lo mismo, también tiene temores, metas, y ha aprendido a ser de acuerdo a su propia percepción de la vida y sus experiencias.

El problema empieza cuando se espera que esa pareja ideal (o eso es lo que se fantasea), casi llegue a leer el pensamiento, le gusten exactamente las cosas como a nosotros nos gustan y en el nivel que nos gustan, sea complaciente y entienda nuestro humor y personalidad, porque sabe lo que queremos ¿no es así?; lamentablemente, esta idea de la pareja que nos va a complementar, se entiende como literalmente otro “yo”, que entonces debe de saber cómo me siento, cómo pienso, qué quiero… cuando la realidad es que ni siquiera nosotros mismos nos conocemos realmente, teniendo muy en cuenta que somos seres cambiantes o moldeables, entonces cuando la otra persona no cubre los requisitos de pareja ideal,  empezará a perder los aspectos o cualidades que le atribuimos para que pudiera ser la “media naranja”.

"El conocerse a sí mismo, debe ser nuestra principal meta, la pareja será un reflejo de lo que nosotros creemos merecer."

Para poder establecer mejores relaciones debemos ser muy conscientes primero, de qué es lo que realmente queremos, de cómo somos, cómo me valoro (de lo contrario depositaré mi valía a la otra persona), que estoy dispuesto a dar y recibir y que no, tener planes lo más específicos posibles, en otras palabras, conocernos lo mejor posible, y así la pareja que elijamos, será más compatible con nosotros, entonces podremos realmente compartir gustos, planes, metas, etc. El conocerse a sí mismo, debe ser nuestra principal meta, la pareja será un reflejo de lo que nosotros creemos merecer. Esto no es tan complicado como suena, de hecho, mediante el análisis adecuado, podremos estar en mejores condiciones para realizarlo. La psicoterapia cumple aquí una función muy importante, ya que no siempre es para resolver problemas, la terapia es el mejor espacio para conocernos a fondo, aprender a aceptarnos, amarnos y respetarnos, para sí tener claro qué clase de relación merecemos, en la medida en que eso suceda, estaremos más cerca de encontrar una persona ideal.

martes, 6 de noviembre de 2018

¿Qué es la psicoterapia?



Es muy frecuente que exista cierta confusión en qué es una terapia, y por ende, acudir a una, esto tiene que ver en parte por la formación profesional del que oferta una terapia, y el público no tiene la obligación de conocer que existen diversos tipos, es decir, si yo decido ir con un contador para que me ayude con mis cuentas y declaraciones, confío en que con quien voy manejará ciertos conocimientos que usará para resolver mi situación, lo mismo si voy con un arquitecto, un médico especialista, etc., asumimos que con quien acudimos tiene los mismos conocimientos y bases que todos los de su ramo, y básicamente, la diferencia radicará en costos del servicio y la empatía con el profesionista que elijamos. En psicología en teoría debería de ser así, pero nos encontramos con que hay diferentes corrientes en psicología y entonces se manejan distintas “terapias” y habrá muchas otras que ni siquiera tienen nada que ver con la psicología real y científica.

Tal vez la principal confusión radica en el término terapia, viene el griego therapeia, que significa tratamiento o curación, y para la medicina, tratamiento de una enfermedad, en donde tiene un uso muy claro y sustentado, como quimioterapia= tratamiento por medio de productos químicos, radioterapia= tratamiento por medio de radiaciones, fototerapia= tratamiento por medio de la luz, o psicoterapia= tratamiento de las enfermedades del alma (que así se les llamaba y entendiendo a la psique como alma, aunque actualmente se le ubica como comportamiento y pensamiento), en las primeras, quimio, foto, radio, es muy fácil entender su relación, dado que son cuestiones físicas donde no hay mucha confusión, pero en psicoterapia, por el propio término “psique”, empieza a volverse confuso el qué es, para algunos será literalmente el alma, otros sólo el pensamiento y otros el comportamiento que se puede observar, lo que da cabida a que se ocupe psicoterapia en varios sentidos, además que al término terapia, se le agregue simplemente lo que sea con el argumento que “ayuda”, equinoterapia= de caballos, aromaterapia= por olores, etc., y no quiere decir que no sirvan, pero sólo en el grado de hacer sentir bien sin ser un método sometido a la comprobación por medio de evidencia, la ayuda se concreta a eso, a en algunos casos sentirse muy bien, pero no como un tratamiento comprobado de su efectividad, y es aquí donde comienza la discusión.
“En psicología en teoría debería de ser así, pero nos encontramos con que hay diferentes corrientes en psicología y entonces se manejan distintas “terapias” y habrá muchas otras que ni siquiera tienen nada que ver con la psicología real y científica”
Existen muchas terapias que se ofertan como efectivas (básicamente de lo que se quiera anteponiendo una etimología), y lo son pero en un sentido muy básico, pueden ser excelentes placebos para sentirse bien; sin embargo, es muy fácil confundirlas como aportes psicológicos o como basadas en psicología por la misma diversidad teórica de la psicología, sin que esta diversidad implique una falta de ciencia, salvo ciertas teorías, pero incluso en sus inicios y otras corrientes recientes que carecen de fundamento y se atribuyen ser científicas; pero el usuario común desconoce esta parte, lo que complica las cosas al creer que recibe atención psicológica, o una terapia supuestamente basada en psicología que está muy lejos de serlo.

El daño a la psicología seria y científica es enorme, pero mucho más grande aún es para quien va a una pseudoterapia, que generalmente al principio parecía funcionar, pero poco a poco las cosas fueron quedando igual o incluso empeorando, el problema es que confiar de nuevo en una terapia profesional (tomando la confianza como elemento principal de una psicoterapia), será muy complicado, y el más afectado será la persona que ya no buscará la ayuda profesional, porque su primera experiencia de que lo que pensó, era una terapia psicológica real, fue charlatanería.
“…el usuario común desconoce esta parte, lo que complica las cosas al creer que recibe atención psicológica, o una terapia supuestamente basada en psicología que está muy lejos de serlo”
La psicoterapia profesional consta de mucha seriedad, sin ánimo de menospreciar teorías, la psicoterapia que cuenta con mayor evidencia sobre la efectividad de sus tratamientos es la cognitivo-conductual, psicoterapias basadas en psicoanálisis o un corte humanista también son efectivas, pero carecen de los medios por sus propias características, para reunir evidencia que se pueda comprobar usando una metodología científica, sin embargo, todas estas corrientes básicamente conservan una estructura muy similar en la psicoterapia, como por ejemplo: una primera sesión para recabar información; presentar un encuadre en donde se presenten las características de la terapia y se generen acuerdos de trabajo con el paciente; desarrollo con temas específicos; canalización o trabajo conjunto con otros especialistas, por ejemplo, psiquiatra en caso de que el problema no sea sólo emocional; y uso de técnicas particulares que ayudarán al usuario a resolver su situación problemática.

La psicoterapia, como buen remedio o medicina, generalmente no es agradable en varias ocasiones, ningún remedio que funcione lo es, ya que la psicoterapia nos lleva a enfrentarnos a nuestra realidad, claro, es todo un proceso y que siempre se hace de la mano del psicólogo, remarco la importancia del profesionista en psicología, ya que muchos “terapeutas” no son psicólogos, y aunque tengan cierta preparación, no conocen los fundamentos teóricos necesarios para abordar problemáticas de manera adecuada, lo cual es riesgoso y en el menor de los males, sólo ineficiente.
“…la psicoterapia nos lleva a enfrentarnos a nuestra realidad, claro, es todo un proceso y que siempre se hace de la mano del psicólogo”
La psicoterapia es una gran opción cuando la persona se da cuenta que no puede seguir igual ante una situación que no cambia y no es agradable, para aprender a llevar situaciones cotidianas o laborales que nos afectan y evitar que siga sucediendo, para salir de una zona que se ha tenido que volver cómoda pero que nunca lo es, sólo que se tiene la falsa creencia que más allá de eso las cosas serán peores; con la ayuda de un profesional se puede salir adelante y las cosas serán mucho mejores, lo importante es decidirse, acompañado de un profesional para llevar esa gran proceso de cambio.

jueves, 15 de junio de 2017

Perspectiva de la psicología actual


Nos encontramos en un momento donde todo pasa muy rápido, las modas duran un muy corto tiempo, en música, juegos, ropa, series, etc., todo es desechable y pareciera que lo que pasa de moda es insultante retomarlo, lamentablemente, lo mismo se está llevando al plano de las ciencias, donde particularmente la psicología (el eterno debate si es ciencia o no lo trataré en otro momento) pasa por una serie de aparentes cambios importantes, menciono aparentes porque las corrientes principales siguen con los mismos principios, pero cada día vemos que aparecen nuevas adhesiones a una corriente o propuestas de una nueva forma de terapia o nuevas “psicologías”, y este sí es el punto a tratar; al parecer estos cambios y esta necesidad por dar algo novedoso, han llegado al plano de la psicología y surgen por todos lados nuevos descubrimientos y ampliaciones de la psicología pero que nadie investigó, son el resultado de la mezcla de distintas posiciones teóricas incluso incompatibles, o simplemente, obedecen a la idea de alguien que se le ocurrió generalmente con fines de lucro o diversión pero que se tomará en serio; y por esta tendencia de desechar lo anterior, se satanizan o pretenden desechar teorías clásicas y métodos muy confiables en la práctica profesional, que sin llegar a conocer salvo superficialmente, son medio entendidas y entonces atacadas, es entonces donde aparecen los mitos sobre Skinner, Piaget, Freud, Vygotsky y otros, donde se inventan interacciones, rivalidades, supuestos o frases que jamás se mencionaron.

El principal problema no radica en quienes proponen “nuevas psicologías” o alternativas, eso siempre ha existido, el problema real es que profesionales de la psicología los sigan, esto muestra el deficiente grado de preparación y no necesariamente de ellos por tomar mal una clase, sino que así se les enseñó, donde el problema real es que psicólogos, con idealmente una formación en metodología, estadística, teorías psicológicas, filosofía, sean incapaces de diferenciar de algo que viene sin sustento alguno y lo reproduzcan, porque simplemente se apega a sus creencias personales, porque es más digerible, o cualquier excusa, cuando si algo fortalece a la psicología como ciencia es el hecho de cuestionar, de llegar a la raíz de la información, de investigar.

Hay muchas prácticas que no son psicología, pero argumentan que tienen el sustento para serlo, cuestiones mágicas, energéticas, “pruebas” de personalidad basadas en un gusto o dibujo, prácticas supuestamente milenarias o de otra cultura u otro país, etc., que ninguna permite ni el más mínimo rigor científico, o peor aún, basadas en estudios científicos de poca confiabilidad o sacados totalmente de contexto; todas esas prácticas, dañan mucho a la psicología seria y el papel del psicólogo ha perdido mucha credibilidad por lo mismo, pero al ser muy atrayentes por lo fáciles y prácticas que resultan, muchas personas lo prefieren a una terapia que requiere de compromiso, de confrontarse a sí mismo apoyado por un profesional; el peligro de estas prácticas es que si alguien tiene una situación que amerita apoyo profesional, posiblemente haya perdido mucho cuando llegue con un profesional que la pueda ayudar o canalizar a donde su problemática lo requiera.

Si bien toda formación responde a la cultura, a las exigencias sociales, es importante poner un alto y reflexionar si lo que se está haciendo es lo correcto, si será un beneficio real a futuro, o si como en las modas actuales, son únicamente parches para satisfacer necesidades actuales efímeras y ni siquiera claras. La psicología como cualquier otra ciencia, requiere de conocer los principios básicos de cada teoría (no únicamente la que más me guste), los paradigmas que la sustentan, su historia, exponentes, técnicas, ciencias que la apoyan, es decir, conocer el área, una vez que esto se hace, el psicólogo poseerá las herramientas para asumir una postura, o ser ecléctico, pero con bases suficientes para desarrollar su trabajo de una manera ética y eficiente.

En conclusión, la psicología se encuentra en un momento complicado, donde se le puede redefinir de una manera equivocada, muchas veces el psicólogo con buena intención es un peligro si le falta conocimiento, por lo que será muy importante prepararse, ser objetivo, ser humilde ante lo que se sabe, y ser honesto en si puede o no actuar ante determinada problemática o es preferible canalizarla a otro profesional, esa en verdad será la mejor ayuda, hacer investigación seria, que se divulgue, que se cuestione, esta también es una forma de aportar a la ciencia.

¿Existe la media naranja?

El ciclo de vida de todo organismo es: nacer, crecer, reproducirse y morir, para garantizar la sobrevivencia de la especie; los humanos es...